Presentación del libro Séquia Mare de Antonio Gil Olcina y Antonio M. Rico Amorós
La donación de señoríos en las comarcas valencianas de la Marina Alta y la Marina Baixa, el segundo cuarto del siglo XV, a nobles castellanos, premiaba su apoyo e intervención para someter al Conde de Urgell que, en rebeldía y alzado en armas, no había aceptado el fallo favorable, por mayoría de votos, de los compromisarios de Caspe, el 24 de junio de 1412, a favor de Fernando el de Antequera, que entronizaba en Aragón a la Casa bastarda de Trastámara. El Infante Juan, Rey de Navarra, futuro Juan II de Aragón, segundogénito de Fernando I, cedió la Baronía de Polop, en 1429, a Ruy Díaz de Mendoza o Ruy Mendoza de Mate, quien, un año después, le compró, con pacto de retroventa, la de Benidorm.
Son tres centurias y media, trescientos cincuenta años, los transcurridos desde que, el 1 de abril de 1666, Doña Beatriz Fajardo y Mendoza ofreciese a sus vasallos de la Baronía de Polop, planteamiento extendido luego a la de Benidorm, la realización del Nuevo Riego, entregándoles el pleno dominio, a censo reservativo, de las heredades, con tanda o martava cada 15 días de un hilo (2 horas) del caudal que circulase por el Nuevo Riego, pronto Rec Nou, Rec Major, Rec Major de l’Alfàs i Benidorm, popularmente Séquia Mare. En suma, la Séquia Mare, por su condición de eje vertebrador de las antiguas baronías de Polop y Benidorm, es hecho histórico de primer orden, y capítulo de máximo interés, por sus múltiples implicaciones, de la historia económica y social de las tierras valencianas.
En verdad, sorprende que la declaración de bien cultural no se haya producido aún sobre una de las reliquias históricas de mayor entidad y significado de las tierras valencianas meridionales, que sintetiza como pocas la evolución de las mismas en tan dilatado espacio de tiempo, del reino foral a la actualidad, con notoria incidencia de la Guerra de Sucesión, Abolición de Furs (1707) y Nueva Planta, disolución del régimen señorial y extinción de los señoríos territoriales y solariegos.
Contraportada de Séquia Mare, de Antonio Gil Olcina y Antonio M. Rico Amorós
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